Naturaleza Singular

La orografía que presenta la Comarca de las Cinco Villas, con un gradiente de norte a sur, hace que en esta zona se puedan encontrar múltiples paisajes que van del alto al llano, desde las altas Sierras de Santo Domingo, pasando por los profundos valles, como el que acoge a la Val de Onsella, a las depresiones regadas por los ‘Arbas’ de Luesia y de Biel, o el Ebro (Tauste), y las formaciones singulares y únicas, como los Aguarales de Valpalmas.

espacios naturales singulares
espacios naturales singulares

Todas ellas poseen paisajes singulares, peculiares, con una flora y fauna única y personalizada a cada espacio. Así, igual de diversa que es la comarca son las especies naturales que viven en ella, desde los bosques de robles pintos y hayas de la Sierra de Santo Domingo, hasta los matorrales y garrigas de su tierra llana, como en Las Pedrosas, pasando por las bellas orquídeas salvajes presentes en los montes de Los Pintanos y la Bardena Negra.

La orografía de las Cinco Villas se originó tras la inversión tectónica de principios del Terciario, que dio origen al Valle del Ebro, y que, por el otro lado, hizo emerger el ámbito prepirenaico de la comarca, que incluye la Sierra de Santo Domingo (1.517 metros), declarada Espacio Natural Protegido en el año 2015, siendo, las Cinco Villas, la primera comarca aragonesa en contar con esta declaración por parte del Gobierno de Aragón.

Esta zona ofrece un paisaje ‘quebrado’, que puede contemplarse perfectamente desde los espectaculares miradores que hay en la comarca, como el del Santuario de Monlora (Luna), el del castillo de Sora (cerca de Castejón de Valdesaja), o la ermita de Sancho Abarca (Tauste), además de las bellezas naturales presentes en la zona del castillo de Roita, que domina toda la Val de Onsella, o las que emergen majestuosas desde la carretera que une Uncastillo y Sos del Rey Católico, desde cuyo punto más alto se aprecian las montañas, jalonadas de barrancos fluviales prepirenaicos.

La Comarca de las Cinco Villas posee 857 paisajes singulares, algunos de ellos con la máxima calificación (10 de 10), según consta en los mapas paisajísticos realizados por el Gobierno de Aragón.

Y junto a la belleza del bosque, también la de otras zonas ligadas al agua, espacios endorreicos que están muy presentes en la Depresión del Arba de Biel, donde se han constatado más de 50 pequeñas lagunas o charcas, aunque también las hay de gran tamaño, como el Embalse del Gancho (Ejea), el del Moncayuelo (Pinsoro), el de Bolaso (Ejea), el Pantano de Valdelafuén (Sádaba), el de San Bartolomé (Ejea) o la estanca de Erla, por citar algunos de los múltiples ejemplos presentes en las Cinco Villas. En muchos de ellos se pueden practicar rutas ornitológicas, ya que en estos espacios viven cientos de aves diversas.

Pueden descargar el PDF de

RUTA ORNITOLÓGICA DE LAS CINCO VILLAS

RUTA ORNITOLÓGICA DE LAS CINCO VILLAS

Guía PDF de Turismo de Aragón

GUÍA DE AVES DE LAS CINCO VILLAS

GUÍA DE AVES DE LAS CINCO VILLAS

Guía PDF editada por ADEFO y PRAMES

espacios naturales singulares
espacios naturales singulares

A todos ellos se suman otros ejemplos singulares de la zona, como los pozos naturales en los que bañarse, como el de Pigalo, en Luesia, o el de Zarrampullo, en El Frago; o los bellos lugares ligados a cursos de ríos, como el Salto del Lobo, de Marracos, o la Fuente del Diablo, en Biota, que permite un turismo de naturaleza, ligado a la diversión que proporciona el agua, especialmente, en los meses de verano.

También unido al agua, pero no a su depósito, sino a su acción, está uno de los paisajes más singulares que tiene la comarca: los Aguarales de Valpalmas.

Cuanto un visitante llega a esta zona queda impresionado por las formaciones rocosas que caprichosamente ha ido modelando a su paso el líquido elemento sobre el territorio, frágil y de fácil erosión, mediante un proceso que se conoce como piping.

El resultado: cientos de formas puntiagudas, que se combinan con pequeñas grietas y conductos que ofrecen una visión casi lunar del territorio. Un espectáculo natural en constante cambio.

Parte de ese cambio viene motivado por la flora que reina en las Cinco Villas, que nace, crece y muere aportando sus particulares colores. Es el caso del excelso pinar que puebla los Montes de Castejón de Valdejasa, catalogado como Espacio de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).

Frente a este pinar poblado, los paisajes de estepas de las bajas Cinco Villas, llenos de espartos, ontinas, sisallos y retamas, presentes en las llanuras de Las Pedrosas; o el paraíso del Salto del Lobo, un emblema para los amantes de la botánica, por albergar especies como la Cola de Caballo, el fresno, los chopos y las plantas trepadoras propias de zonas húmedas.

Por contrapartida, en espacios más áridos, como en las Bardenas Negras, las cincovillesas, se pueden encontrar magníficos ejemplos de flores de la familia de las lilaceas y orquídeas, bellas y salvajes, como la Apifera, la Scolopax o la Lutea, entre otras muchas.

Con todos estos ingredientes, la Comarca de las Cinco Villas se convierte en un espacio único para disfrutar de un turismo deportivo y vinculado a la naturaleza. De hecho, esta comarca se está posicionando (y así lo confirman los datos de visitantes) como lugar de referencia para los que buscan la práctica deportiva en espacios singulares llenos de belleza y personalidad, y, en muchas ocasiones, totalmente desconocidos.

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