Lobera de Onsella

DEL LOBO AL RÍO ONSELLA

Aunque muchos estudiosos asocian su nombre al término ‘lupus’, lobo, realmente, otros lo atribuyen a una raíz indoeuropea que hace referencia a los cauces de agua presentes en el lugar, como el río Onsella.

Sea como fuera, Lobera de Onsella es hoy en día un municipio rodeado de un bello paisaje montañoso, que se sitúa a 153 kilómetros de Zaragoza, al amparo del río Onsella, que también da nombre de la zona: Val de Onsella.

Las calles y plazas del municipio presentan la huella del pasado, en escudos y aleros singulares, y en los sillares de piedra con que están hecho. Sobre ellos, la iglesia parroquial de la Asunción, de finales del siglo XVII.

Y junto a sus encantos patrimoniales, los naturales, puesto que Lobera de Onsella se enclava en la Sierra de Santo Domingo, rodeada de pinos y frondoso bosque en el que viven múltiples especies de setas y abundante caza.

Lobera de Onsella también es conocido por la recuperación de sus tradiciones. En concreto, desde el año 2004 se impulsa, cada noche de San Juan, un ritual antiguo y propio: el Rito de los Herniados.

El mismo consiste en hacer pasar por la rama de un árbol, que previamente se ha abierto la noche anterior, a aquellos niños que padecen hernia inguinal. Son dos las personas que pasan al niño, a la vez que se dice: ‘Tómalo Juan, dámelo Pedro; herniado te lo doy, sano te lo devuelvo’. Luego, se cura la rama rota y, a la par que se cura, el niño también sana. Se trata de una tradición médica muy antigua que se llevaba a cabo porque se creía en los efectos mágicos y terapéuticos de la noche de San Juan.

El primer documento gráfico que se conserva de esta tradición local data de 1926, aunque en la localidad defienden que se hacían mucho antes. Fue el cineasta e investigador, Eugenio Monesma, el que acudió a Lobera de Onsella para grabar este ritual y gracias a él comenzó su recuperación hace unos años.

Hoy en día, los vecinos se involucran en su recreación, incluso han reproducido las vestimentas de los protagonistas de antaño. Todos ellos llevan a cabo el mismo ritual que dejó escrito Ramón Violant i Simorra en el año 1943, dando vida a esta tradición de la que se sienten orgullosos. Son el único municipio español que la mantiene viva en estos momentos.

Web: www.ayuntamientodelobera.es

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